sábado, 20 de noviembre de 2010

EL DIA QUE LOS JUGADORES DE RACING GANARON EL PRODE

Hay mil anécdotas, cientos de recuerdos que uno tiene como hincha del Racing cordobés, depende de las edades de cada uno -obviamente- todos tenemos arraigados en la memoria un gol, un jugador, un campeonato, y por qué no, sinsabores y momentos amargos que tambien forman parte de las "reglas del juego".
Sin embargo, quién no escuchó alguna vez en su vida mencionar aquel Racing-Ferro del domingo 6 de mayo de 1984 en cancha de Instituto. Esa noche la academia formó con Serrano; Del Mul, Vivanco, Quiñones y Hector Maldonado; Ozán, Jorge Maldonado, Gasparini y Argota; Oyola y Bravo. El técnico era Pedro Marchetta.

Hasta aca todo normal, no era una instancia final ni un partido decisivo, simplemente un capítulo mas del Metropolitano de ese año, casualmente el ultimo partido de la fecha, el televisado.
Hoy en dia existen montones de juegos de azar que seducen a millones de apostadores con premios descomunales, suficientes como para "pararse" de por vida. Los quini 6, los loto, los telebingo, en fin, son muchos como para nombrarlos a todos. En aquella época "la vedette" era el prode (abreviatura de pronosticos deportivos) que durante dos décadas captó la atención de todos los futboleros, quienes religiosamente jugaban su boleta semana a semana con la ilusión de acertar los trece puntos.

El plantel de la academia, tenia por costumbre jugar al prode, y lo hacian entre todos. Para esa fecha el premio mayor era de 104 millones de pesos (otra época, otro valor) y la expectativa era enorme. Siete dias antes los muchachos tambien habian hecho la boleta y el pozo mayor estaba vacante, los memoriosos cuentan que un jugador de San Lorenzo llamado Armando Quinteros hizo 12 puntos, siendo su unico "yerro" precisamente el partido que le tocó jugar a su equipo frente a Boca en la Bombonera. Empataron, y él puso visitante, sé tuvo fe el muchacho, y le fue mal.

Pero no nos vayamos del tema, esa anécdota del futbolista quizás haya sido un presagio. Esa tarde otoñal, los jugadores del Club Atletico Racing trataban de distenderse en la concentración del Hotel Savoy, al aguardo del cotejo ante el Ferro de Griguol. Dicen que al momento de la merienda, el pato Gasparini bajó corriendo las escaleras al grito de: "tenemos 12 puntos muchachos, la boleta que hicimos tiene 12 puntos" Algunos de sus compañeros jugaban a las cartas, otros miraban la tele, el resto dormía... todos quedaron atónitos con la noticia.

Quedaba un partido, nada mas ni nada menos que el que los tendria como protagonistas y al cual habian puesto la crucecita en el casillero local. Imaginense lo que fueron esas horas previas, una mezcla de ansiedad, nervios, alegria, sentimientos y sensaciones inimaginables. Estaban a un paso de ganar el prode, el sueño cumplido.

El gran Roberto Daniel Gasparini abrió la cuenta a los 14 del primer tiempo, una alegria desmesurada en el festejo, pero bueno, sólo ellos sabian el porqué. Un rival duro Ferro, con Cúper, Márcico, Cañete entre otros, fue dos veces campeón en ese lustro y jugó ese partido como corresponde, con el "cuchillo entre los dientes". No duró demasiado la ventaja, a los 30 Hector Cúper de cabeza puso el empate parcial, un partido vibrante.

No paso demasiado en el segundo tiempo, dice la crónica que Ferro se conformaba con el empate y que Racing era puro nervios. Faltaban 6 minutos cuando Oyola es derribado cerca del área: tiro libre. El encargado de la ejecución era el pato (quién si no) se paró, la acomodó y le pegó un derechazo por encima de la barrera, la pelota picó y entró; gol, triunfo, prode, todo junto. El festejo fue interminable, nadie en las tribunas entendia absolutamente nada, jugadores abrazados, llorando, enloquecidos, ni que hubieran ganado la final del mundo. Fue 2-1, los minutos finales quedan para la fria estadistica.

Esa noche se juntaron todos a festejar en una parrilla, todos "gastaban" a cuenta, que el departamento, que el 0 km, y toda la mar en coche, la cuestión es que esa noche ninguno pegó un ojo. En la mañana del lunes, un baldazo de agua fria, como nunca antes ¡¡¡94!!! personas habian acertado los 13 puntos. Tal es asi que el reparto entre los 30 jugadores del plantel académico alcanzó apenas para pagar la cena de la noche anterior.
Fue inolvidable, aun hoy vemos en algun programa de Bonadeo los goles de ese Racing-Ferro histórico, donde nuestros jugadores (mas 94 odiosos apostadores) ganaron el prode.

sábado, 13 de noviembre de 2010

El poder del pensamiento


Actualizar éste blog (mi blog)me lleva a lugares y hábitos impensados. Puede parecer ambiguo, pero a su vez no deja de ser interesante saber que los pensamientos se traslucen en realidad, sean buenos o malos, conscientes o incoscientes.

A continuación me gustaria compartir ésta linda e interesante entrevista con el DR. Mario Alfonso Puig, hablando de la Psiconeuroinmunobiologia, "el efecto de las palabras no dichas..."

Esto es lo que dijo el Doctor:

"Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid"

Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas.

Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo.
 

Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro.La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influída por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional.
Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente.

-Más de 25 años ejerciendo de cirujano...

-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.

-¿Psiconeuroinmunobiología?

-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de
interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.

-¿De qué se trata?

-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo en un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.

-¿Qué tipo de cambios?

-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.



-¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?

-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.

-¿Cambiar la mente a través del cuerpo?

-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente -no más razonable- llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.

-¿Dice que no hay que ser razonable?

-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo
sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el por qué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.

-Más recursos...

-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.

-¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?

-Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que
en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal:

"Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".

-¿Seguro que no exagera?

-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian
nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.

-¿Hablamos de filosofía o de ciencia?

-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.

-¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?

-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.

-¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?

-El miedo nos impide salir de la zona de confort; tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona. -La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.

-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando.

Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber
preparación, si no sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el
entrenamiento de la mente.
-Déme alguna pista...

-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos.
"voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial
es la conciencia. 
-Ver lo que hay y aceptarlo. -Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste.

La aceptación es el núcleo de la transformación.