Si uno toma como parámetro el contexto y las circunstancias, deberiamos darle a éste empate de Racing en Sunchales una valoración importante. Porque fue el debut, porque fue en condición de visitante y asi mil razones.
Pero creanme que la academia mereció bastante mas de lo que se terminó llevando a Córdoba. Vayamos al desarrollo del partido. En los primeros instantes de la etapa inicial, fue el dueño de casa el que se insinuaba mejor; fundamentalmente porque pobló la zona media de volantes e intentó atorar la salida albiceleste por las bandas. Apenas diez minutos duró el dominio de Unión, porque si bien es cierto que logró su cometido de obstruir el circuito de juego del rival, es cierto tambien que no tuvo los argumentos suficientes como para inquietarlo.
Transcurrido aquel "sacudón" de los primeros minutos, de a poquito los de Coleoni comenzaron a sentar supremacía en el encuentro. A los 11 una clara mano en el área de un defensor sunchalense terminó con un potente derechazo de Rivero, que tapó el arquero -Diego Nuñez- y que significó la primera de las tantas situaciones que generaría la academia a lo largo de los noventa. Volviendo a esa jugada en particular, si el santiagueño Acosta hubiese cobrado penal en favor de Racing, hubiese estado perfecto (porque lo fue)
A la hora de destacar labores, uno de los puntos mas altos sin dudas fue Rivero. Siempre desequilibrante y siempre mostrandose para ser la referencia mas importante de tres cuartos de cancha para arriba. En esos minutos de "aluvión académico" sería injusto no mencionar la destacadísima performance que tuvo Pablo Vilchez. Si, ese número 9 que llegó silbando bajito y siendo titular ante las ausencias de Padua y Zárate, pero que terminó redondeando un gran partido en lo individual.
En dos minutos (26 y 28) otra vez los cordobeses pusieron en jaque a la última linea del "bicho verde" Vilchez primero, y Becica después, estuvieron a centímetros de abrir el marcador luego de dos enormes jugadas colectivas. Pero el mano a mano que se perdió Albano Becica a los 43 no tiene explicación: una consecución de pases acabó con el ex Defensores de Belgrano desperdiciando una clarísima chance ante la salida -y posterior tapada- de Nuñez. En medio, Rivero se lo había perdido tambien de una manera similar: increíble pero real, el partido seguía 0-0
Ya en el complemento, y cuando el partido había entrado en una meseta, llegó una infantil e innecesaria falta de Rodrigo Lopez que le significó la segunda amarilla y la posteior expulsión. De repente a Racing se le complicaban las cosas. Inmediatamente a eso, Coleoni optó por rearmar la linea de cuatro en el fondo e hizo ingresar al ex Alumni, Gaston Molina en lugar de Albano Becica.
Mas alla de haberse quedado con un jugador menos, el dominio de las acciones seguía siendo potestad de la visita. Tal es asi que a los 21, una guapeada de Rivero acabó con la pelota yendo mansamente hacia la red y -de no ser por la intervención de Pautasso a milimetros de la línea- ahora estaríamos hablando de otra cosa. De ahí hasta el final no pasó demasiado. Sólo una jugada bien manejada por Carrasco y Vilchez que fue a parar a Vergara y éste logró rematar ante la salida desesperada del arquerito Ocampo (había ingresado por el lesionado Nuñez) y el balón se fue besando el segundo palo.
Los cinco minutos que adicionó Acosta sirvieron nada mas que para prolongar un partido que a esas alturas ya no tenía razón de ser. Unión con diez, jamás pudo hacer valer su condición de local y las obligaciones que ello conlleva. El empate final termina dejandonos un sabor agridulce. Conformes por el punto fuera de casa, y no tanto porque a lo largo del encuentro, fue Racing el que buscó y mereció quedarse con el triunfo.
Si tuviesemos que explicar los cómo y los porqués de los elogios, una explicación mas o menos simple sería la siguiente: la seguridad de Godoy, la prestancia de un cada vez mas sólido Hernan Fernandez, mas el aporte por los laterales de Vergara y Bay, sustentados en la impecabilisima tarea de Carrasco en el medio, hizo que la pelota haya tenido siempre un destino claro. Ni hablar los delanteros, partidazo hicieron.
Empató la academia señores, ésta vez el resultado no fue la consecuencia de lo que hicieron uno y otro en cancha. Si le gana a Alumni dentro de 7 dias, quizás la valoración de éste punto será otra. Aquí y ahora nos volvemos a Córdoba con la sensación ambigua, largamente explicada -creo- a lo largo de la crónica.
POR PABLO RIVAS
Foto: Mundo D

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